Esto de mantener un blog estando de viaje es una tarea bastante complicada, ya que, a parte del trabajo que te da el ir colgando fotos y texto, tienes que sacar la bandera de las tibias cruzadas, colocarte el parche e intentar piratear alguna red abierta para poder conectarte.
Hace unos días me hice un lío con los textos y repetí uno del blog anterior, aunque ya está solucionado. También me gustaría subir más fotos, pero cuando pillamos wi-fi, la tripulación también quiere su ración de messenger y esas cosas.
Hoy partimos de Oslo hacia Kobenhavn (Copenague). Oslo es una capital limpia y bonita que intenta ser cosmopolita con su moderna ópera y la construcción de nuevos puentes de diseño (en esto Lleida se le parece), aunque debería intentar de no olvidar su pasado.
Paseando por ella, visitamos unos cuantos museos bastante interesantes (el Fram, el Kon-tiki, el museo vikingo, la galería nacional de arte, el del Nobel de la paz…), comprobamos que el transporte urbano funciona fantásticamente bién (como el nuestro…), vimos que los precios son exageradamente caros, más o menos el doble que en nuestro país, sus gentes son en general amables y cordiales y tiene zonas verdes por todas partes (nos encantó el parque Vigeland). En fin, que no me importaría vivir una temporada en ella, ya que, para ser una capital de un país, parece bastante acogedora.
Ahora nos espera Kobenhavn y su sirenita, su parque Tívoli y si la tripulación no está muy cansada intentaremos pasear un poco por el último reducto hippie que queda en europa situado en el centro de una ciudad: Christiania; pero eso ya os lo contaré en otra conexión…
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